
Líneas de Gol: Tareas pendientes en el Fútbol Cubano
Tras la eliminación en el pre-mundial Sub17 de CONCACAF, se abren las mismas interrogantes de siempre en el más universal de la Mayor de las Antillas. El balance de una victoria, tres derrotas, seis goles anotados y 10 recibidos no invita al optimismo. Ahora, viendo el proceso, creer que los dirigidos por Sandro Sevillano pasaron del menos a un positivo no es descabellado.
Necesitaban un triunfo por goleada ante Guadalupe. Dicho y hecho. Desde una visión romántica y algo paternalista lo resumo en una muestra de carácter y ciertas dotes de talento. Luego de los fracasos 4-2 frente a Jamaica y 4-0 ante Costa Rica, las expectativas no indicaban un camino halagüeño.
En medio del caos defensivo evidenciado en ambos encuentros aparecieron las luces de dos jugadores con el traje de diferentes balón al pie. Yansiel y Didier Reinoso no son hermanos, ni tampoco familiares del gran José Francisco, portero de la época dorada del fútbol en nuestra isla. Los dos atacantes demostraron capacidades encima del verde, reafirmadas contra Guadalupe con un tanto para cada uno.
En cada generación suele haber talentosos que despuntan para crack a mediano y largo plazo, y Cuba no está exenta de esa realidad. Si en esta categoría suele existir un lógico desorden táctico en determinados momentos, la calidad individual es primordial si de alcanzar resultados se trata. Yansiel y Didier requieren de pocos minutos para marcar pautas en el césped.
¿Qué hacer para no perder otra generación?
Yurisander Zayas fue expulsado correctamente en el duelo ante Panamá, lo cual dejaba a Cuba sin portero, con un hombre menos y 60 minutos aún por delante. No obstante, hasta la primera media hora de juego los caribeños no eran menos en la cancha y ello conduce a una conclusión tan radical como verídica. Este equipo con mejor rodaje competitivo puede ofrecer mayores prestaciones.
Nuestros victimarios de los octavos de final en tierras guatemaltecas visitaron Colombia para una cuadrangular preparatoria antes del pre-mundial rumbo a la cita pactada para Perú en este propio 2023. Tal ruta crítica, comparada con los tres meses de trabajo de la Sub17 cubana, evidencia que algo no funciona para los tiempos que corren.
Las dinámicas han cambiado y la inclusión de atletas jóvenes en academias de otros países no es un pecado, más bien una necesidad. Ojo, no hablo solo de Europa, pues Costa Rica, Honduras y México son sitios ideales para hacer madurar a las piezas referentes nacidas en Cuba. Esto, además de crecimiento futbolístico, representaría una manera inequívoca para no continuar perdiendo a jugadores año tras año por el conocido éxodo.
Si echamos la vista atrás, resaltan nombres como Rey Charles Herrera, Ribaldo Roldán, Eduard Puga, Bryan Savigne o Yandry Romero. Todos ellos despuntaban y apuntaban a fijos en la selección absoluta pero, entre el cambio de destino y la permanencia en un campeonato doméstico de techo bajo, su talento no explotó al nivel esperado.
Con la política de contrataciones establecida en Cuba desde 2013, urge acelerar los mecanismos para llevar a los mejores atletas en desarrollo a otros lares, donde podrán mostrar cuánto realmente tienen para ofrecer en el rectángulo. Queda claro que la estructura de este deporte en la isla no está diseñada para elevar a la máxima expresión las habilidades de talentosos como los Reinoso.
Eso sí, no se entienda mal lo comentado. Nuestro país dispone de entrenadores jóvenes con ideas modernas, pero la ausencia de recursos es una barrera difícil de burlar por mucho empeño que se ponga. Además, en pos de potenciar las selecciones Sub20 o Sub17, es necesario el llamado a futbolistas internacionales que posean los parámetros para representar a la nación; convocarlos es parte del mundo en el que vive el resto. Sumémonos.
Comentarista Deportivo de Radio y TV. Redactor de Fútbol. Podcaster
Arian Alejandro
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